Solo eso, una dama de comañia (2 b)

Me Levante de la cama, el estaba a mi lado...Lo mire dormir, se veiía tan indefenso, tan tierno.
Me acerque a el para besarle, pero se deperto al sentir mi respiracion con un salto repentino. Su mirada reflejaba miedo, pero al verme pasmada frente a el se tranquilizo, suspiro, se estiro y me beso.
-Buen Dia-Salude con un tono cordial.
-Buen dia.
-¿Que tal haz dormido?
-...-Hubo un silencio y torcio su gesto-¿Que tal haz dormido tu?
-Bien.
-¿Cual sera la agenda de hoy?
-Tenemos que tomar el tren a la ciudad de Mexico, tienes que ir a ver unas entrevistas que el presidente quiere que le haga.
-De Acuerdo.

Me levante en silencio y me fui al vestidor de la recamara, me vesti en silencio, escuche claramente como necendia un cigarrillo y lo fumaba. Amaba eso de el, amaba el placer con que hacia lo que el deseaba hacer.

Sali por fin con un largo vestido de seda azul. Me miro, yo me acerque al tocador y utilice un poco de rubor, colorete, me rize el cabello.
-Tenemos que ir con Raymundo- Le recorde mientras soltaba los rizos que se oprimian en un broche.
-Cuanto seria de la cuota
-Depndiendo de cuanto tiempo vallamos a estar en Mexico
-Son unas 2 semana.
-Arreglate de dinero con el...Indigo...¿Por que mejor no me compras a Raymundo?
Guardo silencio, pensandolo.
-Te he acompañado kasi un año, Hace un año que no soy dama de compañia de nadie mas que no seas tu-Presegui
-No lo se, aun dudo que seas por completo lo que yo quiero.
Sus palabras me hirieron, senti un punsada de dolor seguido de un vacio en mi interior, un nudo en la garganta parecio en mi, las lagrimas iban a brotar de mi. Eso me habia dolido.
-...¿Sigues esperandola verdad?
-La esperanza es lo ultimo que muere y yo sigo vivo

Tenia que aceptar el jamas se enamoraria de alguien como yo, y mucho menos al grado en el que yo me enamore de el.
Era tan guapo, tan fuerte, tan loco, tan...simplemente el mismo era irresistible.
A ciencia cierta jamas e podido entender como alguien como el necesitaba pagar los sevicios de una dama de compañia pudiendo conseguir con su carisma a cualquier mujer que el quisiera.

Me voltie hacia el.
-Estoy lista, la maleta tambien.
-¿Tienes algo?
-¿Te importa?
Guardo silencio, agacho la cabeza.
-No deberia de ser asi, a fin de cuentas solo soy la mujer que calma tus bajas paciones, y tambien, la que acompaña, solo eso, no t sientas comprometido con nada. No vale la pena y menos con alguien como yo...Anda vamos con Ray.