
(9 a)
la carroza tirada x dos caballos negros se detuvo frente a la iglesia.
el cochero bajo y abrio la puerta de ella bajo una novia de piel blanca, cabello oscuro y esortijado. llevaba una pluma de avestruz adornando su lado derecho,como de costumbre un ermozo corsette de encaje blanco y un faldon largo cn botones sobre el lado izquierdo;el ramo de rosas rojas q sostenia en sus manos la acian lucir como en angel con una mancha roja de sangre...
Su tio al esperaba bajo el carruaje.La tomo de la mano y la ayudo a bajar.Ella lo miro.
Su mirada dijo mas q mil cosas... Magdalena bajo la vista... el trato...Armando...
Penso en levantar su vestido darse la media vuelta y emprender la huida pero levanto la vista y al fondo del pasillo, frente al altar estaba Armando sonriendo.
La orquesta de camara sono sus cuerdas dandole un ermozo canto a la marcha nupcial.
Llego asta el altar, levanto la vista.La misa la disfruto muchisimo, ella adoraba a la iglesia.
Antes de q el el padre los declarara marido y mujer Magdalena levanto la mirada, vio la cruz...
"oy es el dia mas feliz de mi vida"-penso...-"no"-dijo otra parte dentro de ella...
Las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, como si fuesen fotas de lluvia. Quiso voltear a ver a toda la muchedumbre que estaba ahi ese dia. Sabia que por mas q buscara jamas los encontraria.Mordio uno de sus rojos labios reprimiendo un sollozo; si en definitiva el dia mas feliz de su vida, un dia que por desgracia jamas compartiria con sus padres. Si ellos estuviesen ahi, si ellos ubieran estado ella no tendria q traicionar a Armando para salvar su vida...
Que mas daba en ese momento, a fin de cuentas Armando era ya la vida de Magdalena...
El dilema de ahora era como enfrentar a su tio...Como salvar el nuevo pedazo de su vida...Era lo unico que tenia...Si tan solo estubiesen ahi...
La misa termino, Magdalena salio de su trance por los aplausos. Vio a Armando y una sonrisa se dibujo en su rostro de porcelana. Armando sin preguntar le seco sus lagrimas, la miro a los ojos, entrelazo sus manos y la beso. El sentir de sus labios, de sus aroma, de saberse entre sus brazos.
La gente aplaudia pero ellos no escuchaban, solo estaban ellos, nadie mas; El se separo, puso su frente contra la de Magdalena y le susurro:
-Hasta que la muerte nos separe.
Magdalena sabia q eso tal vez estaba demasiado cerca. Y entonces con su cabeza nego. Separo sus labios y con su voz ronca y apenas audible corrigio:
-Hasta que la eternidad nos alcance.